Nuestra Historia
Historia de Nuestra Parroquia.
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El Padre Antonio Doná recordaba el origen de la parroquia con las siguientes palabras: "en 1949 fui nombrado párroco de la parroquia San Juan Bosco de la Cisterna y el Padre Kinast, me aconsejó visitar y bendecir todos los hogares de la Parroquia, empezando por los más pobres y por eso comencé por la población San Ramón".
Desde entonces, todos los días domingo, llegaba en bicicleta a este sector de San Ramón, juntaba los niños, organizaba "pichanga de fútbol" y les hacía catecismo. Con el transcurrir del tiempo, se empezó a celebrar la Santa Misa Dominical
Con la ayuda del cardenal José María Caro, el Padre Antonio respondiendo a las necesidades de la juventud del sector, compro un terreno para una escuela y luego para una futura parroquia.
Los comienzos fueron muy difíciles, la pobreza era grande, sin embargo, los problemas se superaron.
En el año 1953 se inauguraba la escuela básica Domingo Savio con la asistencia de autoridades y la presencia del Cardenal Caro el cual regalo los primeros bancos escolares para las salas de clases.
10 años estuvo el Padre Doná como director de la escuela (de 1953 a 1962). En 1962 se estableció la comunidad Salesiana de San Ramón y al año siguiente el 31 de agosto de 1963 el cardenal Raúl Silva Henríquez creaba la Parroquia Santo Domingo Savio.
Los locales de la escuela y de la Parroquia eran pobres e inadecuados por esto el Padre inspector Salesiano de entonces Don Sergio Cuevas León decidió construir nuevos locales pidiendo ayuda para ello a los católicos de Alemania. Así el 24 de septiembre de 1976 se puso la primera piedra de la nueva escuela y en marzo de 1978 se inauguró.
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El 8 de diciembre de 1981, el Cardenal Silva Henríquez inauguró el nuevo templo parroquial.
Destacamos la presencia significativa durante todos estos años de algunos sacerdotes tales como: Martín Marosa, Teodoro Nieto, Edmundo Sander, José López, Miguel Moral Juan Pérez, Juan Vázquez, Bernardo Venegas, los hermanos Quinta, Alfonso y Fernando, Guillermo Cabello, Juan Vecchi, Juan Carlos Zura entre otros.
Durante todo este tiempo el espíritu del Señor sigue soplando en nuestro sector pues a pesar de nosotros y de nuestras debilidades seguimos adelante, más ahora que el desafío que tenemos por delante es volver a nuestra raíz, es decir, al anuncio alegre, esperanzador y misionero de Jesucristo el hijo de Dios, resucitado vivo y vencedor.
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